Otra teoría de la propiedad
Hoy en día el mundo del blog me es ajeno. Hoy en día el mundo del sexo me es ajeno; a veces pienso que estaría bueno tener sexo pero despues agradezco no tener que abrazar a nadie. Hoy en día el mundo del cine me es ajeno. Alquilar una película queda a cuatro cuadras; bajarme un nuevo episodio de Curb your Enthusiasm cuesta menos de un día de espera. Hoy en día el mundo de la transferencia en terapia me es tan ajeno que a veces hasta mi psicóloga me felicita por lo poco que me cuesta decir lo que pienso. Hoy en día el mundo de mi familia me es insoportable; desde que enterramos a mi abuelo en el mismo lugar en el que once años antes enterramos a mi padre me dí cuenta que mi familia es la promesa de muchas más visitas al cementerio. Hoy en día, mi wok, mis libros de Saer y de Philip Roth, mi ducha matinal, mis libros de filosofía política, mis hojas que representan una beca a Inglaterra en el futuro y tres hojas pegadas en las paredes con lo que quiero escribir de Gladys, Volvé son más que nada lo único que no me es ajeno.
Un día de estos, un día que no sea hoy, me va a agarrar envidia y voy a dar vuelta el sistema de propiedad de mi vida. Y probablemente lo haga escuchando el último de Café Tacuba.
Un día de estos, un día que no sea hoy, me va a agarrar envidia y voy a dar vuelta el sistema de propiedad de mi vida. Y probablemente lo haga escuchando el último de Café Tacuba.
2 comentarios:
¿Estás así porque, como muestra la foto, fuiste abducido por extraños seres con cabeza de conejo? ¿O la despersonalización viene de fumarte los honguitos de la figura?
dale vuelta a las prioridades, pero ya!
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