Así te recibe Parque Patricios
Me bajo del 6 en la Avenida Jujuy con mi valija verde con rueditas a las 11 de la noche. La avenida, como siempre a esa hora y a esa altura, está vacía. Mis dos primeros pasos se ven interrumpidos por un pico de botella, el cual piso. Dos pasos más se interponen con un picor en la nariz; faltará sólo un paso para reconocer que ese picor es gas lacrimógeno, como el de la cancha y como el del 20 de diciembre.
Miro hacia la avenida que queda atrás y cuatro patrulleros están clavados mientras los policías deben reírse. Miro hacia la otra avenida y cuarenta hinchas de Huracán se suben corriendo y desesperados a varios colectivos escolares.
En el medio de la nube de gas lacrimógeno, las ruedas de mi valija hacen ruido contra el vidrio roto. Tardo media hora en hacer las tres cuadras que me separan de mi casa.
Miro hacia la avenida que queda atrás y cuatro patrulleros están clavados mientras los policías deben reírse. Miro hacia la otra avenida y cuarenta hinchas de Huracán se suben corriendo y desesperados a varios colectivos escolares.
En el medio de la nube de gas lacrimógeno, las ruedas de mi valija hacen ruido contra el vidrio roto. Tardo media hora en hacer las tres cuadras que me separan de mi casa.
5 comentarios:
Corriste puto!
pero lo peor es que corrió de su propia hinchada.
PD: yo hubiera hecho lo mismo.
PD2: yo ya hice lo mismo. Te acompaño en el sentimiento.
una reverenda cagada el gas lacrimógeno...
tu post me hizo acordar a este post:
http://superficialidad.blogspot.com/2008/08/mi-buenos-aires-querido.html
bienvenido. un beso.
me dan ganas de llorar
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