La madera de los asientos del subte A sólo puede ser saboreada por quienes se apresuran a subirse en las terminales de línea o bien por aquellos que tienen capacidades especiales como, por ejemplo, la de estar embarazado, no poder sumar 84 + 19 o no poder aplaudir. Todos enfilaban hacia el único asiento vacío pero, como distraídos por la indiferencia de viajar parados en un vagón no demasiado atestado, se refugiaban contra las paredes del subte, se sostenían de las barandas o simplemente se dejaban bambolear.
Al lado del único asiento vacío, estaba ella. Ella, que al parecer hablaba con los pasajeros sentados pasillo mediante, formulaba a los gritos un discurso eterno, un discurso moebiusiano. “Son unos hijos de puta porque yo fui a hablar con el presidente con el embajador con el portero y les dije que no podía ser que me mataron cuatro hijos y que encima de la casa de gobierno sacaban niños calcinados niños mutilados niños desaparecidos niños quemados y todos muertos los dejaban correr en la plaza de mayo porque ellos mataron a todos mis hijos y ahora que viven encima de mi casa y hacen ruido y toman viento de quemar y yo le dije que son todos unos hijos de puta que yo soy pobre pero a mi no me van a son unos hijos de puta porque yo fui a hablar con el presidente con el embajador con el portero (ad infinitum).”
Ella, desgreñada, canosa, con una bolsa enorme donde estarán todas sus pertenencias, todas las fotos de sus hijos muertos, por momentos calla. Calla pero internamente mantiene la temporalidad de su discurso. Toma un poco de aire, suspira como quien debe volver a trabajar y retoma el discurso por donde debería ir y no por donde lo dejó.
En alguna estación, a su lado se sienta Él. Ella corre su bolsa enorme y lo deja sentar. Él tiene 40 años. Desde que se sentó la mira. No la mira sorprendido. Ella ahora habla en voz más baja, diciéndole todo casi al oído. Él la sigue mirando, cada vez más fijo. A veces asiente. Pero más que nada la mira. Piensa hace cuanto no coge.
7 comentarios:
Perdón, no quiero pecar de literal, pero si esta es una historia cierta entonces estoy 737% segura de que Él es mi vecino, que está (atención: se entrará en terreno políticamente incorrecto) Loco y hace una semana pegó novia, igualmente Loca que él.
¿Serán?
se bajaron en congreso.....
¡opa!
Sera la lluvia? me dio ternura el relato.
Algo raro en este blog.
Iei?
la rara es usted, libelulita
la rara es usted, libelulita
Ah pero eso lo sabíamos hace rato.
Viernes risotto? Dragón podrá?
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