Si no entra la pelota, tres jugadores y los bigotes de Cappa, no vale
Las noches de Parque Patricios son distintas desde que Huracán dejó de ser una película en blanco y negro donde Houseman, Brindisi y Babington ayudaban a Menotti a ir a la selección; ahora, en la noche previa a los partidos los borrachos se juntan de a 16 y gritan dale globo en cada esquina; los drogones fuman menos para despertarse e ir al Tomás A. Ducó al otro día; los viejos se animan a subir cuarenta escalones y ubicarse en la popular, con una remera con publicidades que no sabe de qué son y sintonizar la tele para sacarle el color y que otra vez vuelva el blanco y negro. Cuando el tema del día era la muerte de Alfonsín, alguien me dijo que los alfonsinistas eran como los hinchas de Huracán: ganan algo cada veinte años y no pueden dejar de hablar de eso. Me volví al barrio con la gratificación de la coherencia; volví al barrio con más cómites cerrados en toda la Argentina, con más fotografías amarillas que se afirman en los portarretratos quebrados, y con la única pared donde todavía se puede encontrar una pintada de apoyo a De La Rúa en la elección del 97. La señora que estaba dos escalones más abajo guardó su lápiz y su revista de crucigramas en la bolsa, sacó el Clarín cortado con tijeras, en una perfecta e inútil simetría, prendió un cigarrillo, se paró y dijo: ahora empieza la fiesta. Todos nos paramos y dudamos de la señora; es demasiado bueno lo que está pasando. Esto se tiene que terminar. A los siete minutos, Godoy Cruz ganaba 1 a 0 y Huracán había tenido seis situaciones de gol, lo tenía encerrado en su campo, ya me dolía la garganta de putear y fumar, ya había recuperado la sensación de estar en la cancha y ya sabía las canciones básica que uno tiene que saber. En algún momento, me imaginé que hoy, el día que había abandonado mi abstinencia de fútbol en vivo y en directo, era el día en que Cobos fuera el candidato a presidente de la UCR, que es lo mismo que decir que ese era el día donde nadie había aprendido absolutamente nada nunca. Pero no, Huracán juega como una máquina paciente, confiada, sobradora y autoconsciente. Huracán hace que la cancha sea más ancha, que haya más verde que un montón de jugadores amontonados, que los jugadores corran y que erren tantos pero tantos goles hasta que, casi por cansancio, entran uno, dos, tres y cuando tendrían que entrar cuatro goles más, Huracán no los hace porque los goles que quieren hacer los jugadores no son goles, son golazos. Huracán ya no sabe jugar a otra cosa más que a lo que los bilardistas, resultadistas y mediocres llaman despectivamente fulbito. No importa, nada de eso importa, porque alguien tenía que mostrar que hay otra forma de entender al fútbol, otra forma de jugar sin ser amarretes y hacer trampa. Y esa otra forma es tan pero tan digna y tan gratificante que desde los veinte minutos del segundo tiempo, uno se abraza con desconocidos y aplaude a un Gónzalez que parece el Freddy Rincón del 5 a 0 pero arrancando de treinta metros más atrás, a un De Federico que no gambetea sino que hace ballet, a un Nieto que es tan alto y tan bruto en sus movimientos que es casi tierno, a un Bolatti que pone minas antipersonales en la mitad de la cancha y a su alrededor y a un Pastore que… bueno, que es el que promete que el campeonato ganado no es el de hace treinta años sino el que termina recién en unos meses.
9 comentarios:
sí: Huracan es la UCR.
se da cuenta, cuti? pagué 40 pesos (proque, aunque no lo crea, eso sale ir a la popular en una cancha grondoniana) para desarticular esa vinculación y usted viene, así de cocorito almagrense, a revincular todo. Así no se puede, viejo.
Yo no soy hincha del globo, pero sí del buen futbol, y comparto la emoción de ver jugar a huracán ultimamente
ay Playmo! te quiero!
Conmoviste mi corazón quemero!!! Te aviso que te linkié y te chorié la foto (asi, mal escrito y todo)
Igual te digo algo. Yo creo que el universo todo se rige por un principio de dualidad de complementos simultáneos y opuestos en continua transformacion, resumidos en un Boca-River. Todas las cosas del mundo se atienen a un fixture cósmico de superclásico. Asi por ejemplo Boca es Gimnasia, Rosario Central, Huracan, Racing, los clubes atléticos españoles. Boca. es Peronismo, es la mina morocha, son los fideos con tuco y la cerveza Palermo. Qué contradicción. Palermo es Boca, Martín. Parque Patricios es Boca. Los Rolling Stones. La facultad de sociales. La birome es bostera. El puchero. Pampita es bostera. el Nene Montanaro. El nombre Juan es bostero.
En cambio Belgrano, Estudiantes de La Plata, Coghlan, Soda Stereo, la UCR, la lapicera Parker, la chica rubia, la rodhesia, la Heineken, Puán, Real Madrid y todos los reales españoles, ciudad Universitaria, las cremfields y el nombre Ramiro es River.
Te mando un beso grande grande. =)
no hay plata que pueda desarticular la vinculación, ph. Y no sé si se me puede denominar "cocorito" siendo de san cristóbal.
magali: es que es otra cosa este huracán, es otra cosa y es linda.
bruja cobarrial: no sabe lo que me reí con su comentario; claramente más que con mi post. Lo que hay que buscar es la contradicción porque es lo único que produce algo diferente, algo nuevo y, por sobre todas las cosas, más interesante: por eso, papá y mamá - y no la respuesta a la tía molesta de papá o mama - por eso filosofía y barrio - y no filosofía y palermo como promulgan en puán - por eso, mate y fruta al mismo tiempo, por eso fumar y nadar, por eso viajar y no saber donde ir, por eso, bolaño y thalía, el pity y joao gilberto, gardel y parís, y por sobre todas las cosas, river y huracán, el tullido de la iglesia san antonio y la chupacirios de la iglesia san antonio, el faina de el huracan con la provenzal de las torres blancas, y el gordo metalero que atiende el kiosco de dean funes y rondeau con la lesbiana nueva que atiende el kiosco de caseros y jujuy. o en el mejor de los casos, la travesti parrillera de rondeau y jujuy.
Y vamos un día a la cancha, brujita.
cuti querido e inminente padre: (pro cierto, le reitero las felicitaciones auqnue no estoy seguro de haberselas dicho en primera instnacia) la gracia de vivir tan al sur es que todo lo que está al norte es cocorito. usted no lo entiende porque era un niño del oeste. Y ahí se juegan otras cosas que no comprendo
En relación con la comparación radical, cuando muera el Flaco Menotti como qué será recordado? Como el padre del achique? Habrá un Bilardo en el sepelio emulando a un Biolcatti?
ningún 'fulbito' mete veinte llegadas por partido. Para Pastore (y De Federico y Bolatti): la selección.
Lo conseguiste, maldito playmobil, lo conseguiste, Quique Wolf
lo consiguieron, malditos nostálgicos, amantes de las causas románticas (léase: buen fútbol)
El domingo pasado grité el gol de Bolatti al antifútbol de Estudiantes como si fuera el cabezazo de Pussineri a Boca para el campeonato.
(Pronto todos juntos a Parque Patricios para hinchar por el globo)
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