Seca tus lágrimas pequeña
Seca tus lágrimas, pequeña. Deja de llorar aunque sea por un rato Es que acaso no ves que el delineador se te está corriendo Y tú como un vampiro te aparecerás en ese salón
Por qué no piensas en otra cosa,
Piensa en cuánto mal te haré yo
Y no porque el amor sea así
Sino porque te haré mal
Que es imposible que yo lastime tu corazón
Pero no entiendes quièn soy
El mensajero de la angustia
Limpiate la cara y afronta como una valiente muchacha
A tu niña preciosa, a la rubia de tus amores
Y dile que su abuelo ha muerto
Dirás por un buen tiempo
Hasta que sientas tanto dolor que digas
Mensajero de la angustia deberíamos llamarlo
Es que tú no entiendes que
Si yo te zurrara en este momento
Creerías que lo estás soñando
El mundo no puede ser tan cruel conmigo
Pero, aquí estamos
Entrando en un salón para ver un muerto durante un día
Acércate, pequeña, acercate
E inclínate para besar su frente fría,
Convéncete de que tienes que afrontar a
Esos rizos dorados y decirle: “él está muerto”
Pero por favor, pequeña, no cuentes
Historias de cielos y manos que luego se encuentran
Cuéntale de las lombrices, de las uñas que siguen creciendo
Verías que los mocos te cuelgan, que la boca
Se contrae y que estás mojando el vestido negro
Ese que tan buen culo hace que tengas
Tu prima se acerca, sí, esa golfa
Que tiene mejor auto y un marido profesor
Con el cual hablar de poesía y de chimeneas
Porque en este momento te la metería
Contra el cajón de tu padre hasta que
Te quede la marca de la madera en el abdomen
Hasta que la sal me de naúseas
Y sienta que mereces que te aporree,
Que te zurra, que te de una tunda
El amor encontraste
Y que ahora estás completa
Que toda tu vida estuviste esperandóme
Me río hasta que siento que me ahogo,
Tomo fuerzas y te llamo mi pequeña,
Tú nunca podrás llegar a entender
Lo que este mensajero de la angustia te tiene preparado
Cuando te arranque ese vestido negro
Y te la meta por el trasero
Y te golpee en la cara
Y sientas que el aire ya no pasa por tu tráquea.