type='text/javascript'/> Mundo Playmobxx: marzo 2007

27.3.07

La tele arruina la memoria


Parece que Volver va a empezar a pasar Kanal K los miércoles a la noche. No puedo creer cómo me había olvidado tan rotundamente de ese programa que véía con religiosidad; es como si un día me olvidara de la única vez que pretendí detener violentamente un partido de fútbol (Dep. Español - Argentinos Juniors 5-0). Era el 98, mi primer año en la carrera; uno salía corriendo de semi-escuchar de Platón y de la lógica de enunciados, se colgaba el famoso enterito y de la cabeza a una tribuna de unas 300 personas en el mejor de los casos.


Español estaba por descender, en Argentinos jugaban cuatro jugadores que habían sido de Español (Pontiroli, Potenzoni y algunos más) y le habían pedido la quiebra; al cuarto gol, la tribuna compuesta siempre por una proporción de españoles nativos y otra de españoles de segunda y tercera generación (en cuanto cayó la primera, la segunda se derrumbó; probablemente por qué ir a la cancha era recordar a los muertos, tanta era la tradición hasta en la ubicación de cada uno), comenzó con los viejos insultos, escupitajos hasta que alguien dijo: "Tenías que ser tano, Pontiroli hijo de puta".

Como el grito de Guerra de la Armada Invencible, dieciocho personas - entre las cuales me contaba - saltaron al alambrado con intenciones claramente destructivas. El partido no necesitó detenerse; mientras tres policías nos bajaban sin tener que mostrar ni el palo, Argentinos hizo el quinto gol.


(*) foto de acá

14.3.07

Babel: la hermana con capacidades diferentes de Amores Perros

(montones de spoilers)


Babel, en el fondo, debería ser pensada como la segunda parte de Amores Perros o como una remake. González Iñárritu intenta llenar de nuevo el formato de tres historias que se entrecruzan. Pero ese ni siquiera es el problema principal. Más bien es que al querer perfeccionar el formato – que no es más que un recipiente vacío y no bueno en sí mismo – lo que hace es generar nexos de una causalidad lineal apta para el público más hollywoodense posible. Al hacerlo, las causalidades que entrecruzan las historias se hacen caprichosas e inverosímiles; un japonés cazador viaja a Marruecos, le regala a su guía un rifle, el rifle es vendido por el guía a una familia de beduinos, los beduinos disparan a una norteamericana, la cual dejó sus hijos en Estados Unidos a cargo de su criada mexicana, quien los lleva al casamiento de su hijo en México, etc., etc.

Amores perros tenía como punto de contacto un choque entre autos; y ese choque no producía más que cambios en la vida de cada uno. En Babel, González Iñárritu necesita mucho más que un único hecho para modificar la vida de cada uno de los protagonistas. Y lo peor de todo es que esos hechos, que son políticamente “polémicos” son tratados como lo haría un buen cagón: es decir, tratando de quedar bien con absolutamente todos – con los que tratan de pasar la frontera a Estados Unidos y con los que impiden que lo hagan – y eso produce algo tibio, sin energía. Algo que se ve en el final, si se compara con el de Amores Perros: un final casi feliz para Pitt y Blanchet. Porque claro, los norteamericanos no se mueren cuando querés ganar el Oscar.

9.3.07


Leí American Psycho en 4 días. Mejor que no postee hasta que se me vaya el deseo de estaquear el orto de un desconocido con un paraguas con una punta de metal; afilada; oxidada; de Brook Brothers. O hasta que lo concrete.

5.3.07

mi vida con los famosos: la h ya murió


- Cioso!!! ¿Vos conocés Hermética?
- Sí,
- Ese que está allá… ¿no es el cantante?¿no es O´Connor?
- No sé.

Había dos posibilidades que medité una y otra vez; ¿cuántos tipos se pueden seguir vistiendo a los cuarenta años de heavy metal?. El Ruso Verea, Tony Iommi y Dave Mustaine. No hay muchos más.

En realidad, decir que Hermética era heavy metal es falso. Era trash metal; ¿la diferencia? Bueno, la velocidad de las guitarras, básicamente, y si no me equivoco el doble bombo. Hermética era, más que nada, el doble bombo. O no sé; en realidad, no sé nada de música pero sí me acuerdo que hablar de Hermética en la casa de Mariano era hablar de doble bombo y decir que sí, que ahí había pero que, sin embargo, no hay duda, mejor era Nick Menza.

- Pailos, me parece que ese es O´Connor.
- ¿Quién?
- Nadie, me estoy poniendo viejo.

Pelo largo hasta la cintura, uñas pintadas, borceguíes, remera negra, tatuaje con fuego en brazo izquierdo, cara marcada. Chabón, ese es O´Connor.

- Zatoichi, ¿ese es O´Connor?
- Sí, claro, y el de allá es ….. de la banda….
- No, no, ese no me representa nada.

Estoy a cinco centímetros de O´Connor, el cantante de la mítica banda Hermética. En un recital de Obras del 94 le tiré una remera del Che Guevara. No sé bien por qué. Sé que la devolvieron al público sin ni siquiera desplegarla, un signo claro de que en mi cabeza estaba mezclando dos cosas que no iban demasiado bien.

O´Connor está a cuatro centímetros míos pidiéndole a una chica si no conoce una línea blanca que dure más. Yo me río. Soy una colegiala sin jumper.

O´Connor me pisa; acto seguido, me agarra del hombro fuerte, como lo hace todo buen metalero de zona Oeste y me dice
- Uh, loco, perdoná.
- No, no. Yo no puedo creer que me haya pisado O´Connor
- Je. ¿y si te hubiera pisado Luca?
- Qué se yo. Luca está muerto. Y yo no puedo creer que esté O´Connor al lado mío.
- Pero de qué época sos vos?
- De Hermética, de Stadium.
- Claro, ya no sos un pibe.

Le iba a contar que, por ejemplo, una vez me habían afanado una remera de Hermética unos de Horcas. También que en mis carpetas del secundario estaban siempre los cuatro en una foto pegada con papel contact. Que durante el 93 pinté Parque Patricios con la H quebrada. Que hasta mi viejo le gustaba Del Camionero. Pero, claro, Hermética, para mí, era Iorio. Y me acordé de eso. Pero eso fue hace mucho mucho tiempo. Cuando tenía el pelo largo y el trash era una massa.


(*) pic from here