Los pesos de Bidon-Chanal
Cuatro horas en un bar a una cuadra de Puán – el cual muchos años después me enteré que se le llamaba El Corpiño –, seis cervezas Quilmes y una charla que inevitablemente despertaba similitudes, coincidencias exactas, obsesiones compartidas y acrecentadas, complicidades con olor a tradición pero diseñadas en el momento, fueron suficientes para que Lucas y yo viajáramos quince días por Perú y Bolivia y que fuera el comienzo de lo que Humphrey Bogart y el comisario francés de Casablanca llamaron una bella amistad, o más propiamente a nuestra historia, que nos convirtiéramos en seres imprescindibles recíprocamente.
El mismo el infinito es un libro bastante caótico, como suelen serlo los primeros libros de los autores jóvenes; sin una unidad temática o formal estable, el texto navega entre diferentes contrapesos que a veces funcionan de manera equívoca, a veces no funcionan, y otras no podrían funcionar mejor
A Bidon-Chanal le pesan sus influencias
Reconocer las distintas formas en que se puede rendir culto, homenaje, ironías o simples menciones de las diferentes lecturas de Lucas no es una tarea difícil.
El escenario de El mismo el infinito – el relato que da nombre al libro – montado sobre las imágenes de todos los rusos, la estepa, la dacha, el samovar con el té, el zar a punto de ser asesinado pero que, sin embargo, desarrolla una acción bastante poco rusa. La clave intimista y sentimental, lograda cortazarianamente, de El dolor amable, donde el protagonista oficia de guía a su mujer, la exageración de los recursos kafkianos en La Agrupación que termina convirtiéndose en una mezcla de una historia de vampiros que persiguen a los campesinos y una película de David Lynch.
A Bidon-Chanal le pesan sus pretensiones
“Nada había antes, sólo existían el cielo y el mar”. Si la primera oración del primer libro de relatos de un autor es ésa, es claro que, a diferencia de lo que se llama la Joven Guardia de la literatura argentina, Bidon-Chanal sí tiene ambiciones de trascendencia, lo cual siempre es un tema complejo en términos de resultados;
Citas, o frases, en latín, alemán, inglés o francés recorren los distintos relatos; es complicado distinguir cuáles de ellas podrían corresponder o cuáles de ellas son puestas como demostración de algo; aunque, claro, el no conocer esos idiomas, hace más difícil la comprensión, como suele decirse.
A Bidon-Chanal le pesa ser músico de rock-alternativo
Además de escribir, Bidon-Chanal es guitarrista y cantante – y cada día canta mejor, por cierto, como el uruguayo muerto más famoso – y, por supuesto, hace las letras; leer El mismo el infinito es leer lo que podría escribir Thom Yorke, o lo que es lo mismo, lo que alguien podría escribir después de una tarde entera escuchando Radiohead. La diferencia es que Lucas no se queda sólo con el fanático que hace las cosas iguales a su ídolo, sino que construye un clima con eso, lo sufre en carne viva, lo mezcla con otra cosa que sufre y lo escribe, como el relato afiebrado de la desesperación individual y solitaria.
A Bidon-Chanal le pesa lo teórico
¿Por qué el libro de Lucas no es un libro de cuentos? Bueno, supongamos – dada mi ignorancia en cuestiones de este estilo – que un cuento debe tener algún tipo de acción entre los personajes. Lucas no hace eso – salvo un poco, quizás, en El mismo el infinito – sino que oscila entre la verborragia intelectual de la descripción de los estados mentales que siempre es incomunicable y un punto teórico (filosófico, claro) que intenta mostrarse. En El dolor amable, anoté en el margen “dolor del lenguaje” aunque también habría podido anotar la relación del cuerpo con Merlau-Ponty o también habría podido anotar la náusea asocial de Sastre.
A Bidon-Chanal no le pesa escribir bien
"La noche no es la única que lo gana, aparece también la añoranza del vaivén de voces, de aquellos parques, de un estanque y mientras deja enfriar el café, ve cómo los papeles se agitan sobre su escritorio, contenidos por el peso de un improvisado titán y una lapicera de tinta negra. Siempre se queda solo con sus pensamientos y pretende dejar de pensar, porque cuando lo hace se siente culpable, cree que en la distancia lo vuelve más responsable ymedrosamente se encierra con sus brazos y piernas abandonando la taza y ya ni percibe la compañía del libro y se sumerge en infinidad de pensamientos para no pensar"
9 comentarios:
de donde salió este? otro que escribe como excusa para demostrar su erudicción? a lo umberto?
me gustó, salud
Excelente crítica. Como dijo mi amigo Cioso, usted escribe poco, pero bueno. Me encantó la intitulación de los apartados y la idea general sobre la literatura de este joven valor de las letras porteñas. La línea final del caballero es excelente. Y claramente lamento la no prosecusión de su parte de los recursos argumentales esbozados en el primero de los apartados.
leandro: un poco, capáz, pero escribe bien y es amigo; lo esperamos seguido por estos parajes
pailos: gracias, es que la teoría playmobilistica sobre el cuento está armandose.
Bidon-Chanal Lucas además de escribir bien puede vivir a menos de cinco pesos. doy fe.
¿A menos de cinco pesos de distancia?
no, ojala, eran 6 y se fue luego de robar una mula en la esquina de mi casa
No se si te llegara esto; y sino te llega; anda a la calle coronati que; si no se la robaron los ladrones; todavia tiene que estar ahi afuera. Que haces chavon? Te habla fabio; creo que yo estuve con vos en una escuela universitaria que estaba en San Isidro o por ahi cerca. Pero hace tanto que sonaria a remembranza si dijera algo mas. Desde el culo del mundo; te dejo un abrazo y por si lees esto mi direccion de mail es untereinander@hotmail.de
Fe de erratis. Donde se lee: "cree que en la distancia...", debe leerse "cree que la distancia...".
fabio: no, no creo tener el gusto de conocerte, salvo que seas fabio alberti y creas que me conocés; si es ese caso, sí, nos conocemos y sos un grosso.
probetapimiaca: es mia la errata o yours?
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