type='text/javascript'/> Mundo Playmobxx: El duelo de precognitores

15.1.07

El duelo de precognitores


John Smathson descubrió en los avisos clasificados de The Croke Observer, diario de edición limitada en el pequeño pueblo de Wayton Croke, que otro precognitor comenzaba a operar allí


“Mark P. Jayle
Sepa su futuro como sabe qué comió por la mañana.”


Luego de amenazar con sacar su publicidad de media página del periódico, Smathson cayó en las redes del publicista de The Croke Observer y terminó por comprar una página entera en la edición del sábado.

Al sábado siguiente, mientras Jayle abría el diario, leyó

“Smathson.
Usted ya sabe qué come todas las mañanas. Averigüe cuando cambiará su vida”.
El martes siguiente, Jayle consiguió convencer a un periodista local de publicar una nota sobre su primer éxito en el pueblo. Según contó el señor Wahlberg, su esposa fugada hacia 8 años lo había llamado por teléfono a las 9 y media de la noche, tal como pronosticó Jayle en la primera cita que habían tenido. La noticia terrible que Jayle había anticipado que su esposa le revelaría era que un artefacto explosivo iba a detonarse en la estación de trenes de Wayton Croke el miércoles por la mañana.

Cuando Smathson se despertó en el sofá de su sala, tomándose la cabeza y pasándose la mano por su áspera lengua, lo primero que vio en la televisión que había quedado encendida toda la noche fue el incendio que los bomberos todavía no habían podido controlar en la estación de trenes. Era miércoles.

A pesar de estar detenido por cuatro días en la comisaría, cuando Jayle volvió a su casa, su contestador tenía 47 mensajes. La mayoría eran de personas del pueblo y de ciudades cercanas que le pedían cita. Jayle se sirvió un whisky, colgó el recorte del diario en la pared y lloró.

Lejos de desanimarse, Smathson sintió la competencia comercial como el anhelado envión que precisaba su carrera. Mientras sus clientes habituales llamaban para cancelar sus citas, Smathson intentaba superar la profecía de Jayle; sin embargo, luego de algunos días, la frustración empezó a gobernar la situación. Sólo podía anticipar choques de autos en la ruta estatal, muertes de ancianos, adolescentes violadas en el baile de graduación, etc.

Los sábados siguientes, The Observer publicó en su página central un nuevo aviso de Jayle.

“Apoye la lucha contra los terroristas. Visite al único precognitor del pueblo”.


Smathson llamó a un escribano, le hizo certificar la fecha que figuraba en una hoja de papel escrita, metió la hoja en un sobre y la depositó en una caja de seguridad del First Bank of Wayton.

El primer cliente de Jayle del lunes tocó su timbre durante una hora hasta que llegó el de la segunda cita. Entre los dos, se convencieron de que el olor que provenía del interior de la casa de Jayle no era normal. Una vez que los policías forzaron la puerta y la ambulancia llegó, el cadáver de Jayle salió en una camilla cubierto por una manta.
(*) picture from here

6 comentarios:

Jaramillion dijo...

Ente tanto acoso de películas de magos de factura hollywoodense, este texto le da en las pelotas.

¿Encima ambientado en Londres?

Buenísimo. ¿Es tuyo? ¿Dormís bien a la noche?

Playmobil Hipotético dijo...

jara: gracias por lo de darle en las pelotas; cuando lo escribía pensaba más que nada en un pueblito de Estados Unidos, pero bueno, ponele que es lo mismo; No. Duermo como el orto. Gracias por pasar.

Anónimo dijo...

Después le cuento qué pensé. (Menos impedida mentalmente, con suerte.)

Anónimo dijo...

Pueblito de Estados Unidos, claramente. La trama es clásica, si uno ha tenido la prevención de incorporarse medio biblioteca Dick en el buche. Ese es su caso. (Imposible imaginarse estas cosas antes de leerlo; imposible no pensar en él luego de hacerlo.)
Bien por la brevedad y contundencia. Yo no tendría pudor en ampliarlo un poco y en clarificar (un poco) más la historia.

Playmobil Hipotético dijo...

s: ufa, que sea impedida; sería sincerisima
mp: si, es claro el afano de al menos una parte del clima; ahora, con lo de extenderlo o no, es un pequeño dilema; hay una primera versión que sí estaba extendida; lo que pasa es que al hacerlo, la historia se hacía cerrada y un poco, digamos, evidente; me molestaba eso pero es cuestión de qué entendemos por clima dick. creo

Libelula de Acero dijo...

Yo se ve que voy mejorando porque a la segunda leìd alo entendí todo.
Criptico y jodido y sin embargo sinsabor dulce.
Justo lo que necesitaba leer.