Guión masculino de Gran Hermano 07
Damián Fortunato es lo que se llama un luchador; jugaba en la cuarta de Newell´s hasta que un infortunado accidente en la ruta mató a su padre; de ahí en más, Damián abandonó el fútbol y se dedicó a mantener su casa, a su madre querida y a sus hermanas de quienes todavía hoy sigue jurando su virginidad; su único sueño es armar una familia. CANDIDATO. Sin embargo, no habla bien; dice lojojo en vez de los ojos, le dice masitas a las galletitas. La gente bien, con los celulares más caros, no vota a su favor.
Pablo Espósito es el galán: dos mujeres se enamorarán de él y luego de hacerles el juego a ambas, se quedará con una pero sin embargo, le pedirá perdón a la otra; en realidad, lo que quiere es garantizar un garche siempre; así que sí, también se va a agarrar a la dejada en primer término, convirtiéndola en una especie de luchadora del amor; la vida de Espósito es bastante aburrida, salvo por el garche en la cabeza que siempre tiene; trabaja, tiene una familia tipo, un perro y le gustan los deportes extremos, como por ejemplo, andar en bicicleta por la montaña. Otro destinado a retirarse en plena meseta del programa.
Sebastián Polastro quiere ser cantante; en realidad, lo sacaron de otro reality, medio como les quedó de más y bueno ahí está; por supuesto, Polastro canta mucho de lo que se conoce como melódico: Arjona, Luis Miguel, y una que otra bosta más. Él es el romántico; a la luz de la luna, intentará conquistar a una de las pequeñas con frases matadoras al estilo Johnny Tolengo: el amor se hace de a dos; sin sentimientos, no me pasa nada (ojo, está justificando por qué cada tanto no se le para).
A pesar de que sus padres tenían ilusiones de elevarse en la escala social poniéndole un nombre de alcurnia, Johnatan Dieguez es un rebelde. No terminó el secundario porque se dedicó a tocar la viola en un grupo que nunca convoca más de 20 personas, siempre amigos. Aparentará haber tenido problemas con las drogas (claro, en tele la marihuana es una droga pesada, así que ya saben, todos a la granja, drogones). Johnatan tiene una novia, también hippie como él, que le escribió poemas y le dibujó estrellas, lunas y un sol con cara, que él colgará de su cama; una que otra lo mirará con ojos bohemios pero entre que se va a la tercer semana – no es el novio para la nena - y que es burguesmente fiel, no pasa nada.
Gabriel Lagos es el tipo que vino a hacer justicia; recto, impoluto, concentrado; es decir, un facho. Gabriel se la pasa todo el día limpiando cosas, está siempre a punto de cagarse a trompadas con alguno porque le miran el culo a una; si le dijeron la puta que te parió, el se pone en guardia siciliana y le aclara que con su vieja no. La historia familiar de Lagos es de las más jodidas: secuestraron a su tío, un simple gerente de banco de provincia, y nos relatará una y otra vez cómo fue él el encargado de las negociaciones con esos “negros de mierda; negros de alma, obvio”, aclara. Lo que va a joder el éxito de Lagos es que mientras la derecha lo vote, la izquierda progre televidente lo odia porque le dijo “puto de mierda, puto de alma, obvio” (aclara) al homosexual que se deschave en la casa.
Diego Leonardi está de vuelta de la vida; tiene una hija hermosa, sanita por suerte, que está en segundo grado. Diego va a estar las dos semanas que le quedan, haciendo fierros porque el es tuerca; también es chamuyero pero no con las minas sino con los autos. Es más, su hija se llama Duna; en un acto enternecedor, todos lo abrazan aunque sea pobre y mecánico.
Juan Expósito cree en la vida en otro planeta; tiene una alocada teoría donde los extraterrestres tienen un plan universal para todos y cada uno de nosotros; la teoría no está muy completa en su cabeza, pero sin embargo el exceso de Lost y haber leído una mala traducción de los libros oscuros de López Rega, va a hacer que Expósito se convierta en una especie de John Locke, al tiempo que un oráculo para los demás; Ojo, Juani no es ningún boludo; será el que digite el destino dentro de la casa pero las dará escondidas atrás de aforismos de Osho. Será, lo que se llama, un estratega.
¿Cuál es el gay, PH, cuál, cuál? La novedad de este año es que no hay uno, sino dos. Hay uno declarado que es Leandro Maldonado que responde a la categoria gay de loca: desde el primer momento va a decir cual de los muchachos le gusta, imaginando su pene enhiesto, su embate amatorio, se hará amigo intímisimo de alguna de las chicas – quien, obviamente, en algún momento pensará en el famoso “darlo vuelta” -; Maldonado va de frente, no se esconde y dice siempre lo que piensa, con lo cual los conflictos rondan alrededor de él.
Sin embargo, el conflicto mayor de Leandro va a ser Agustín Belforte; Agus es otro candidato importante; lo crió su abuela que está muy vieja y enferma, que necesita operarse de una enfermedad terrible en Cuba. Agus es un tipo sensible, llora una bocha y atrae a alguna de las pequeñas con semejante estrategia que, sin embargo, no será estrategia. En algún momento, luego de una pelea con alguno, pongámosle con el facho, llorará llorará; llorará porque el facho es su amigo, su íntimo amigo dentro de la casa; el que le cuenta de sus proyectos como médico – porque estudia eso para que nadie sufra lo que sufrió su abuelita - ; los juntará a todos un día y les dirá; me dí cuenta, soy gay. Ahí vendrán una serie de problemas interesantes en la trama: el facho, al principio, se va a alejar pero, sin embargo, después se le va a acercar y va a reconocer que su homofobia es exagerada y que abandona sus prejuicios (la tele educa); una llorará porque ella está negada para el amor (sin duda, es la misma que se enamoró del gay declarado). ¿Relación sexual apasionada entre el declarado y el recién asumido? Nahh, es tele argentina.
Pablo Espósito es el galán: dos mujeres se enamorarán de él y luego de hacerles el juego a ambas, se quedará con una pero sin embargo, le pedirá perdón a la otra; en realidad, lo que quiere es garantizar un garche siempre; así que sí, también se va a agarrar a la dejada en primer término, convirtiéndola en una especie de luchadora del amor; la vida de Espósito es bastante aburrida, salvo por el garche en la cabeza que siempre tiene; trabaja, tiene una familia tipo, un perro y le gustan los deportes extremos, como por ejemplo, andar en bicicleta por la montaña. Otro destinado a retirarse en plena meseta del programa.
Sebastián Polastro quiere ser cantante; en realidad, lo sacaron de otro reality, medio como les quedó de más y bueno ahí está; por supuesto, Polastro canta mucho de lo que se conoce como melódico: Arjona, Luis Miguel, y una que otra bosta más. Él es el romántico; a la luz de la luna, intentará conquistar a una de las pequeñas con frases matadoras al estilo Johnny Tolengo: el amor se hace de a dos; sin sentimientos, no me pasa nada (ojo, está justificando por qué cada tanto no se le para).
A pesar de que sus padres tenían ilusiones de elevarse en la escala social poniéndole un nombre de alcurnia, Johnatan Dieguez es un rebelde. No terminó el secundario porque se dedicó a tocar la viola en un grupo que nunca convoca más de 20 personas, siempre amigos. Aparentará haber tenido problemas con las drogas (claro, en tele la marihuana es una droga pesada, así que ya saben, todos a la granja, drogones). Johnatan tiene una novia, también hippie como él, que le escribió poemas y le dibujó estrellas, lunas y un sol con cara, que él colgará de su cama; una que otra lo mirará con ojos bohemios pero entre que se va a la tercer semana – no es el novio para la nena - y que es burguesmente fiel, no pasa nada.
Gabriel Lagos es el tipo que vino a hacer justicia; recto, impoluto, concentrado; es decir, un facho. Gabriel se la pasa todo el día limpiando cosas, está siempre a punto de cagarse a trompadas con alguno porque le miran el culo a una; si le dijeron la puta que te parió, el se pone en guardia siciliana y le aclara que con su vieja no. La historia familiar de Lagos es de las más jodidas: secuestraron a su tío, un simple gerente de banco de provincia, y nos relatará una y otra vez cómo fue él el encargado de las negociaciones con esos “negros de mierda; negros de alma, obvio”, aclara. Lo que va a joder el éxito de Lagos es que mientras la derecha lo vote, la izquierda progre televidente lo odia porque le dijo “puto de mierda, puto de alma, obvio” (aclara) al homosexual que se deschave en la casa.
Diego Leonardi está de vuelta de la vida; tiene una hija hermosa, sanita por suerte, que está en segundo grado. Diego va a estar las dos semanas que le quedan, haciendo fierros porque el es tuerca; también es chamuyero pero no con las minas sino con los autos. Es más, su hija se llama Duna; en un acto enternecedor, todos lo abrazan aunque sea pobre y mecánico.
Juan Expósito cree en la vida en otro planeta; tiene una alocada teoría donde los extraterrestres tienen un plan universal para todos y cada uno de nosotros; la teoría no está muy completa en su cabeza, pero sin embargo el exceso de Lost y haber leído una mala traducción de los libros oscuros de López Rega, va a hacer que Expósito se convierta en una especie de John Locke, al tiempo que un oráculo para los demás; Ojo, Juani no es ningún boludo; será el que digite el destino dentro de la casa pero las dará escondidas atrás de aforismos de Osho. Será, lo que se llama, un estratega.
¿Cuál es el gay, PH, cuál, cuál? La novedad de este año es que no hay uno, sino dos. Hay uno declarado que es Leandro Maldonado que responde a la categoria gay de loca: desde el primer momento va a decir cual de los muchachos le gusta, imaginando su pene enhiesto, su embate amatorio, se hará amigo intímisimo de alguna de las chicas – quien, obviamente, en algún momento pensará en el famoso “darlo vuelta” -; Maldonado va de frente, no se esconde y dice siempre lo que piensa, con lo cual los conflictos rondan alrededor de él.
Sin embargo, el conflicto mayor de Leandro va a ser Agustín Belforte; Agus es otro candidato importante; lo crió su abuela que está muy vieja y enferma, que necesita operarse de una enfermedad terrible en Cuba. Agus es un tipo sensible, llora una bocha y atrae a alguna de las pequeñas con semejante estrategia que, sin embargo, no será estrategia. En algún momento, luego de una pelea con alguno, pongámosle con el facho, llorará llorará; llorará porque el facho es su amigo, su íntimo amigo dentro de la casa; el que le cuenta de sus proyectos como médico – porque estudia eso para que nadie sufra lo que sufrió su abuelita - ; los juntará a todos un día y les dirá; me dí cuenta, soy gay. Ahí vendrán una serie de problemas interesantes en la trama: el facho, al principio, se va a alejar pero, sin embargo, después se le va a acercar y va a reconocer que su homofobia es exagerada y que abandona sus prejuicios (la tele educa); una llorará porque ella está negada para el amor (sin duda, es la misma que se enamoró del gay declarado). ¿Relación sexual apasionada entre el declarado y el recién asumido? Nahh, es tele argentina.
8 comentarios:
No te puedo creer! Y quien gana?
De nuevo, sólo risa. Hasta que me acordé que yo tuve una prima tipo "Mariela Mirra" y no se cómo todos en la universidad lo supieron, hubo de todo, cargadas, pedidas de teléfono, invitadas a salir, hasta que todos se fueron a la puta que los parió. Menos mal fue la segunda eliminada.
Excelente caracterización. Me reí mucho.
El otro gay es Sebastián, el niño de 20 añitos...
Ah! Y Melisa es la novia de Sergio Denis!
libelulita: lo importante es competir...
nomore: pero la pasó mal con esa popularidad falsa? hay otra popularidad más que la falsa?
gracias leopold
anonimo: sí, sí; y hay otra, la rubia, que apareció en la revista hombre y ya se le pueden ver los pezones online.
No hay otra popularidad más que falsa, lo que es peor: Era como verguenza ajena del desempeño de estupidez y su tendencia de mostrar el culo (y repartirlo) extendido a todo el círculo familiar....
ohhh plaimobil
sensacional
tu nota da ganas de ver el programa
pero por lo que decis, el nuevo declarante puto podria ser Juan Expósito ..no?
nomore: pero era buena en eso, no? porque imaginate si encima era mala mostrando el culo y mostrando su estupidez; me esta agarrando curiosidad y todo por saber quien era, fijese
paula: bueno, la idea es que fuera otro pero sí, también podría ser ese; ojala sean todos putos.
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