Yo (no) voy a estar ahí
Hace como cuatro años que no veo a mi amigo Lucas del Bernasconi. Lo peor de todo es que no nos odiamos, no nos despreciamos, no nos indeferenciamos; sabemos que seríamos felices recordando y seríamos más felices proyectando y aún más felices viviendo, en el medio de diferentes alcoholes. Pero nunca pegamos el día justo. Qué barbaridá. Pero ustedes vayan que es banda grossa y además escriben todos los asientos del 134.
5 comentarios:
siiiii!!! al fin se algo mas de estos muchachos! pense que eran los dueños de la línea de colectivo.
'no nos indiferenciamos' es notable.
Quizás vaya. Súbitamente me descubro con toneladas de tiempo libre, la reputt.
Oh, pero yo no. De hecho, el único día de la semana que tenía libre, ya no lo es más.
Respecto a lo otro, sí, me pasó: amigas que tenía y que sin razón aparente, más que la distancia y la falta de cotidianeidad, dejaron de serlo. Como que con la distancia espacio-temporal todo se diluye, un poco....no?
Justamente, se dice que estos monos de Pavlov, segregan constante saliva cuando les tocan el timbre del 134. En lugar de darles comida, los obligan a bajarse.
usted dice? mire que soy miope de nacimiento y por convicción; gracias por pasar, besos y ya estaré en algún lado y avisaré
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