type='text/javascript'/> Mundo Playmobxx: All through the night: los nazis eran malos porque no te dejaban hacer tranquilo tus negocios

6.4.06

All through the night: los nazis eran malos porque no te dejaban hacer tranquilo tus negocios


Pocas cosas son peores que cuando un actor decide que está encasillado en un determinado rol y tiene que romper con esa imagen; esto es lo que le pasa a Bogart cada vez que quiere tirar un chiste, cada vez que intenta sonreír sin ser irónico.

All through the night, de Vincent Sherman, es una película bastante mala: el corset con el cual se viste es que todo transcurre en un mismo día y en una misma noche; una vez que matan a quien realizaba los pasteles de queso que Bogart, un corredor de apuestas, comía, la trama empieza a desarrollarse; Bogart es desmayado por los golpes propinados dos veces, escapa dos veces de las manos de nazis en Estados Unidos, se enamora una vez, habla con su madre tres o cuatro veces, va dos veces a la policía, etc. etc. Todo eso en menos de 24 horas. Lo peor de todo es que la mina que le toca a Bogart acá (Kaaren Verne) ni siquiera está buena.

Cuando Bogart descubre que detrás de ese asesinato, se esconde un complot nazi (liderado, obviamente, por Conrad Veidt) para atacar Estados Unidos, la película (de 1942, claro) se convierte en la clásica propaganda: los nazis no sólo que eran malos intrínsecamente y que no hacían ningún asco de chantajear a cualquiera para que colaborara sino que, además, pretendían destruir absolutamente todo lo que Bogart quería: por ejemplo, iban a inmiscuirse en sus negocios, en su vida personal, en ese ámbito de libertad liberal.

All through the night se termina convirtiendo en un ranking de cosas malas: Bogart vive al margen de la ley – no tanto como los otros mafiosos de escaso vuelo con quienes se relaciona, pero vive en esos extraños márgenes de legalidad; sin embargo, el es más bueno que cualquier nazi; a su vez, esos mafiosos que podrían dar un golpe maestro a cualquier banco son menos malos que los nazis. Y cuando Bogart convence a los mafiosos de que tienen que atacar el búnker de los nazis, lo hace diciéndoles que si ellos tienen éxito, tendrán un vigilante en la puerta de su casa que les diga qué comer, cómo vestirse, qué vender, qué no vender y esas cosas.

El ataque al búnker es una de las escenas clásicas del cine propagandista: los mafiosos, la banda de Bogart y algunos más, entran desesperadamente, blandiendo sus bates de beisbol, sus palos, etc, y en el medio de una música supuestamente épica ganan. Y bueh, es lo que hay.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Impecable análisis. Igual me dan ganas de verla para asistir a la batalla final (muero por las películas con "batalla final" cuya cumbre la constituye "Dead or Alive" de Miike). En esa escena, por lo contado, sólo faltan las onomatopeyas comiqueras de Batmas 60's.

Anónimo dijo...

Otro tema. Se me complica asistir a la cita del sábado (día en el que es difícil evadir la custodia de las concubinas). Me anoto para la próxima siempre y cuando no se celebre el mentado día.
Zed

Playmobil Hipotético dijo...

se entiende cioso; lo que pasa es que a veces me olvido de esas cosas que pasan cuando uno esta con personas de otro sexo. y creo que si ponemos el volumen màs alto se escuchan los kapum, los zap, y los retrank