type='text/javascript'/> Mundo Playmobxx: Philip, me tiras un parráfo para empezar una novela?

12.9.06

Philip, me tiras un parráfo para empezar una novela?



La niebla puede llegar insidiosamente desde la calle e invadir nuestra propia casa. De pie ante el inmenso ventanal de su biblioteca - una construcción digna de Ozymandias, edificada con trozos de hormigón que en otros tiempos sustentaron la rampa de entrada a la autopista de la costa - Joseph Adamas meditaba, contemplando la niebla que venía del Pacífico. Como anochecía y las sombras empezaban a cubrir el mundo, aquella bruma le asustaba tanto como la niebla interior, que no invadía su casa pero se desesperezaba y agitaba, ocupando todas las porciones vacías de su cuerpo. Por lo general, esta última niebla recibe el nombre de soledad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A la noche, Mason oyó otra vez el ruido del mar que se acercaba, el trueno sordo de las olas que rompían en las calles vecinas. El ruido lo había despertado y corrió fuera de la casa a la luz de la luna donde las casas blancas se levantaban como sepulcros en lavadas plazoletas de cemento. A doscientos metros las aguas se precipitaban y hervían, adelantándose y retrocediendo en la calle. Innumerables burbujas fosforescentes bullían entre las tablas de las cercas, y la espuma se quebraba inundando el aire con el olor acre y vinoso del mar.

J.G. Ballard "Despierta el mar"
Quiero retruco

Anónimo dijo...

Confieso mi propósito de plagiar o reescribir 'Fluyan mis lágrimas, dijo el policía', la mejor novela acerca de un tema que me obsesiona: la capacidad de adaptación. Lo haré. Perdón.