Foucaultiano,rubia y neurótico
(*)
Decir que tenía el pelo blanco pero no albino no era más que una parte de la verdad de la misma forma en que decir que tenía rulos era entenderla de la nuca para abajo. Hasta dónde de abajo? No sé, la cosa es que el tipo sube ve una rubia y un pelado de anteojos, seguramente adicto a Foucault y a masturbarse en las situaciones más sórdidas de su hogar, en realidad, el hogar de sus padres en Parque Centenario (pónele que el tipo llega a la noche a la casa escucha a su hermana teniendo sexo con el novio o mejor, que tiene un hermano gay y cuando los escucha tener sexo, él se masturba en el baño, probablemente metiéndose un Axe en el medio del orto); el pelado y la rubia están ahí, callados como una pareja de novios que no se hablan, como una mina con su amigo gay después de haberse contado los últimos hombres que, claro, escasean, o callados como una posibilidad que se me escapó entre cuánto sale un papel y cuanto me dan por un papel si fuera cartonero y no cagaran a trompadas los otros cartoneros.
El foucultiano, que bien podría ser puto, o pajero, o un gay pajero, se baja, ella dice certificar el título y de qué se recibió esta mina. A veces, estoy a punto de sentarme al lado y decirle: compañero de teatro, no? Y ella así, muy Norman Briski girl, cagándome en el pasillo del sesenta y cinco, el medio ambiente natural de mis veintidos. Pero un viejo sotreta me acuesta y yo quedado ahí, mirando unos pelos que podrían ser albinos pero sin embargo parecen rubios y con un montón de rulos. Y cuando veo que estoy por bajarme y que ella sigue ahí arriba, mirá si somos vecinos y yo perfecciono “no sabía que en este barrio había chicas como vos” por “me hubiera bajado veinte cuadras atrás si vos también lo hacías”, ella se despierta, se saca los rulos de la cara y se baja.
(*) foto de acá
El foucultiano, que bien podría ser puto, o pajero, o un gay pajero, se baja, ella dice certificar el título y de qué se recibió esta mina. A veces, estoy a punto de sentarme al lado y decirle: compañero de teatro, no? Y ella así, muy Norman Briski girl, cagándome en el pasillo del sesenta y cinco, el medio ambiente natural de mis veintidos. Pero un viejo sotreta me acuesta y yo quedado ahí, mirando unos pelos que podrían ser albinos pero sin embargo parecen rubios y con un montón de rulos. Y cuando veo que estoy por bajarme y que ella sigue ahí arriba, mirá si somos vecinos y yo perfecciono “no sabía que en este barrio había chicas como vos” por “me hubiera bajado veinte cuadras atrás si vos también lo hacías”, ella se despierta, se saca los rulos de la cara y se baja.
(*) foto de acá
5 comentarios:
Ñec!
¡Otra oportu-nidad, otra oportu-nidad!
Mala suerte pobre tigre siempre tuvo.
(Había que hablarle igual. Te sentabas atrás y le hablabas, me digo, me recrimino las mil, las millones de veces que no lo hice.)
Una mezcla de Maria Kodama y Magalí Moró se baja en la esquina de Diaz Velez y Otamendi.
Sigan la pista.
(y próspero año nuevo para todos nuestros lectores)
1. No envidies a Woody Allen (obviar el tópico pelo).
2. ¿Desde cuándo te gustan las rubias?
(Asumo que sos el Narrador. Como sea, le hablo al Narrador.)
Lugar: colectivo 88, Lobos - Once;
Situación: Ella de pie, dos jovenes con un look muy moderno que la miraron durante 20 minutos de viaje; otros pasajeros; uno mismo.
Toma de coraje: canción de Nino Bravo en el MP3 y respiración onda.
Speech: Hola, como de los chicos lindos que viajan en el colectivo ninguno se animo a venir a hablarte, me acerco yo, que de de chico tengo poco y de lindo, un poco menos. Pero de pantalones bien puestos y no cayendose a mitad del culo, puedo jacatarme. El asunto es que ... perdon, no me dijiste tu nombre ... (a esta altura se ponia colorada, me mira y me dice Carolina) Ok. Carolina, no se adonde vas, no se donde te bajaras, pero se a donde me gustaria encontrarte hoy: en el temple bar, a las 7 de la tarde. Si no, llamame. (Extendi un papelito en el que convenientemente habia anotado mi numero 2 minutos antes).
Resultado: ninguno.
Vio? Se puede fracasar sin hacer papelones adelante de todo el mundo, para que hablarle a una mina que no le va a dar bola a uno.
En fin.
Publicar un comentario