Claudia Cardone es la nueva Silvina Luna, la nueva Pamela David: no hacen un carajo, muestran el orto todo el día, se bañan mientras se le escapa un pezón y se van arriba de la mitad del programa. Otra, Mariela Mirra, que, como se ve claramente es una reverenda conchuda que le va a robar el novio a todas, que también va a mostrar el culo pero de una forma violenta, como si estuviera bailando en un caño pero va a mostrar lo que, en estos ambientes, suele llamarse “inteligencia”: para repetirlo, una conchuda importante. Después, tenés a Silvina Scheffer, de Colón Entre Ríos; Silvia estudia abogacía, tiene un hermano de ocho que es hermoso, que lo extraña más que a nada, una abuela que la saludará detrás de unos anteojos de los 60; pero, ojo, no todo es joda este año: Colón, Entre Ríos. Acuerdense: mensaje ecologista con el gran culo a La Carrozo; (no lo dije? Estoy totalmente a favor de Uruguay en este conflicto); Nadia Epstein, es como Mary Ingalls: una mina sacrificada, que ayuda a sus abuelos que viven en Esquel y a su hermanito, que, lamentablemente, sufre de una enfermedad terrible; casi mortal (ahí, negro, poné la cámara desde el hospital, desde la camita del nene, con sabanitas azules y un globo que dice: Te amo, Nadia!); pero, ojo, sin embargo tiene carácter: la primera que te va a limpiar la cocina, la que te va a cagar a pedos, todo.

Melisa Durán es cheta; hipercheta, que no le quiere dar de comer al animal ese que tienen ahí, que si ve el semáforo en rojo, te dice: “cuidado, está en colorado”, que se la pasa encremandose y que no quiere limpiar nada pero sin embargo se queja; a pesar de este carácter francamente insoportable, Melisa es torpe y le gusta serlo; cuando se cae de bruces en la pileta, lejos de llorar, se caga de risa.. Vanina Gramuglia viene siendo la mina de barrio con carácter: juega a la pelota, pésimo pésimo como todas las mujeres. Se va a enamorar con vehemencia barrial, queriendo cogerse al muchacho en cada esquina de la casa, casi golpeandolo para que se de cuenta que ella está ahí, esperando, gozosa y ansiosa, su virilidad. Al mismo tiempo que es varonera, le gusta coger como loca y le caben los Callejeros, se pelea con todas las mujeres; así que el voto femenino no va ahí. Callejeros. Claro, como no iba a estar; a quién no saben que estuvo ese 30 de diciembre? Eh? Sí, Vani.

Jessica Gómez es una pelotuda; hecha y derecha; tiene una hija a la que extraña terriblemente y que quiere irse a toda costa de la casa pero al final la convencen de que se quede; es secretaria. Se va a la primer semana así que ni nos importa. Otra que se las pica rápido es Griselda Sánches; los primeros cuatro días los compañeros la llaman Yisela porque ella es calladita, toda mocita ella, sonríe a todos y no dice nada; va a estar enamorada de uno pero no se lo va a decir; alguna vez se lo confesara en el baño a una de las trolas y de la risa, de los nervios de monja reprimida que tiene, se va a mear un poquito. Risas generalizadas en estudios. Pero de ahí no pasa.

Pero ojo, que acá no termina esto, no empiecen a hacer apuestas: Les presento a Mariela Montero: madre soltera de un chiquilín salteño que va a la escuela; el grado entero, porque vive en un pueblito rural, le va a escribir suerte Mariela en el pizarrón!! Salta te espera; el Gobernador intentará la reelección anunciando futuras obras en la escuelita rural, donde un maestro tiernisimo – morochón, pero tiernisimo - les hace el mate cocido. Mariela, lo único que quiere es un padre para su hijo; porque el otro, bueno, es una historia complicada, el verdadero padre del chiquilin es un tipo borracho, que la golpeaba cada tanto; ella no lo va a contar pero cada vez que hable del amor o de su hijo va a estallar en llantos. Candidata de temer
