¿Qué es The Mars Volta?
No lo saben las adolescentes que entran porque el hermano les regala la entrada; aún menos lo saben las rollingas que, en realidad, quieren ver a Los Guasones en Obras y que ya están confundidas a pesar de lo temprano del día.
Lo sabemos Pailos y yo. Digamos antipáticamente: lo sabe Pailos porque cuando hicimos la Gira La Paloma 08, yo no paré de cantar Asilos Magdalena y él seguía con el segundo tema, L’via Vazquez.
No tocaron ninguna de esas dos canciones: lo que hicieron fue desvelar la incógnita de cómo puede tener sentido un recital a plena luz del día con una banda que tiene temas con un promedio de 8 minutos, y con algunos que llegan hasta los 35. Dos banderas mexicanas, pegadas una a la otra, un tipo con el peinado más raro y tumultuoso que he visto en mi vida (un afro gigantesco con un flequillo casi rollinga) y que parecía sacado de las actuaciones en vivo de Pomelo. Cedric Bixler Zavala se come un micrófono blanco, se tira al piso, hace un intento por caminar con las manos mientras canta (todo esto mediado por la ingestión de un té, que todos imaginamos debe ser alucinógeno) , se come una parte del decorado y aúlla durante 20 minutos una canción donde no puede reconocerse ni una sola palabra ni un solo idioma.
¿Y cómo es que todo esto no se termina resolviendo en un quilombo de sonido que haga que todos se alegren de que termine la banda? Principalmente porque The Mars Volta fue la mejor banda de ayer, incluso quizás mejor que la de mi amigo. Un Led Zepellin lisérgico que va mucho más rápido y vertiginoso que el mismo Led Zepellin; un Zepellin en el medio del desierto, un Zepellin de El Paso y con tías muertas incluidas en las letras más oscuras. Un tipo saliendo del desierto arrastrado sobre el suelo duro y agrietado. Y muchos cuervos ocultos en su afro.
(*) pic from here
No tocaron ninguna de esas dos canciones: lo que hicieron fue desvelar la incógnita de cómo puede tener sentido un recital a plena luz del día con una banda que tiene temas con un promedio de 8 minutos, y con algunos que llegan hasta los 35. Dos banderas mexicanas, pegadas una a la otra, un tipo con el peinado más raro y tumultuoso que he visto en mi vida (un afro gigantesco con un flequillo casi rollinga) y que parecía sacado de las actuaciones en vivo de Pomelo. Cedric Bixler Zavala se come un micrófono blanco, se tira al piso, hace un intento por caminar con las manos mientras canta (todo esto mediado por la ingestión de un té, que todos imaginamos debe ser alucinógeno) , se come una parte del decorado y aúlla durante 20 minutos una canción donde no puede reconocerse ni una sola palabra ni un solo idioma.
¿Y cómo es que todo esto no se termina resolviendo en un quilombo de sonido que haga que todos se alegren de que termine la banda? Principalmente porque The Mars Volta fue la mejor banda de ayer, incluso quizás mejor que la de mi amigo. Un Led Zepellin lisérgico que va mucho más rápido y vertiginoso que el mismo Led Zepellin; un Zepellin en el medio del desierto, un Zepellin de El Paso y con tías muertas incluidas en las letras más oscuras. Un tipo saliendo del desierto arrastrado sobre el suelo duro y agrietado. Y muchos cuervos ocultos en su afro.
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8 comentarios:
Maldito!
debe haber estado increible ese recital! son unos musicos del carajo!
como ya te lo dije, te envidio!
Lamentablemente me lo perdí. Un desencuentro me relegó a la entrada del predio hasta 5 minutos antes de concluido...
Pero en fin. No quiero quedar para la posteridad como una eterna quejumbrosa.
Besos.
¡Ah, guacho: qué ganas de escribir este post que tenía! Me encantó: breve y emotivo, observador e inteligente. No se puede pedir más.
TMV es una banda del carajo. Los temas, en efecto, son tan largos como los de una banda de rock progresivo. Lo que hacen es insitir en la misma progresión de acordes, con ligeras variaciones, siempre creciendo en intensidad, fuerza y velocidad. Pero cada dos o tres minutos varían la melodía (y los acordes).
Es psicodélico, pero con la aceleración de un cóctel anfetamínico. Es jazzero (por la profusión de jams, y de jams con temas del folklore de frontera y desierto). Es Zeppelin, sí: a full.
Cada músico es impresionante. Omar, el guitarrista, compositor & director de orquesta, es impresionante. El batero es impresionante (doble bombo metalero incluido, acota PH). Pero ESE CANTANTE, porrrrr Diosssss...
Me olvidé de decir: en vivo no se quedan con el culo quieto. Digo: ni Omar ni el cantante (y menos que menos el cantante) se quedan con el culo quieto.
Me llevo de recuerdo la frutilla poguera en el hombro. Gracias totales.
La pausa son 8 minutos (promedio)
y la ayahuasca es el té.
Y no te levantaste alguna minita en el recital?
Ahí está brutus con sus preguntas elementales....
No los tenía a estos pibes.
Ya me estoy bajando el segundo album que tiene "L'Vía".
Se agradece.
:D
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